La ves llegar. Lleva un bonito vestido blanco que deja sus hombros al descubierto. Adviertes que al trasluz el vestido es completamente transparente, permitiendo ver aquello que comenzabas a imaginar. No puedes apartar tu mirada. Te das cuenta que bajo esa ligera tela no hay nada más. Si se observa detenidamente puedes ver como se dibuja su culete redondito, como a ti te gusta, que pide guerra. No puedes evitar tener una erección al contemplarlo, notas como te aprieta más y más el pantalón. No puedes apartar tu vista, quieres aprenderte el contorno de ese trasero. Deseas que se de la vuelta para contemplarla al completo. Te entrar ganas de gritarle “GÍRATE” pero hay mucha gente alrededor y quieres pensar que eres el único que se ha dado cuenta de su presencia, el único que contempla su “desnudez” Cuando se gira puedes apreciar como se dibuja su pubis, una fina hilera de pelillos (que imaginas muy suaves) dirigen el camino hasta el “paraís
Comentarios
Besos!
Me encantan las nucas, y la tuya es… súper súper apetecible.
Besos a tope (en la nuca, claro)
Antónimo, esa no es mi nuca... la mía ha quedado mucho más salvaje :)
Por cierto, ¿como va ese relatito? ;)
Besos.
Antónimo, nunca te he engañado... confía en mi palabra... es ¡¡¡SALVAJE!!! :)
No me has contado nada de este relato que llevamos a medias