El verano ya se acaba (o eso parece, porque cuando El Corte Ingles anuncia sus corticoles es porque esto ha terminado ¿no?) y la gente se va reincorporando a sus puestos. Mis neuronas van volviendo, poquito a poco, a su sitio predeterminado (aunque queda alguna de las importantes en paradero desconocido) El curso escolar esta a puntico de empezar... así que tendremos que empezar a afilar los lápices y a estrujarnos un poquitillo las ideas. Pues eso... que próximamente espero volver a la normalidad y dedicar a este rinconcito un poquitillo más de tiempo. No os deprimais por la vuelta al curro (que algunas no nos hemos ido) y pensar que ya queda un día menos para volver a coger vacaciones.
El Director la había llamado al despacho, sabía que no era nada bueno, algún castigo le iba a caer, no sabía el motivo pero “algo malo” había hecho. Antes de llamar a la puerta comprobó que tenía en regla su uniforme (la falda bien colocada, la blusita bien metida, la corbata con el nudo recto, los calcetines completamente subidos y los zapatos limpios y relucientes) Trago saliva y llamó a la puerta (toc toc). Una voz le respondió con tono severo: .- Entra pequeña Las rodillas le flaquearon pero empujo la puerta, cuanto más tardara en entrar peor sería. .- Sabes porque estas aquí ¿verdad? No tenía ni idea pero la experiencia le había enseñado que era mejor declararse culpable, el castigo siempre era menor: .- Si, Señor. Lo siento muchísimo, no se volverá a repetir .- ¿Piensas que con poner cara de niña buena y decir un “lo siento” es suficiente? Ya sabes que no… Ya sabes que debes hacer… y NO ME HAGAS PERDER TIEMPO A punto de llorar se tum
Comentarios
Besos!
Pero eso de saber que todo lo que compras, te lo vas a comer tú, tampoco está mal.