Peeeeeeeeroquetaaaaaaaaaaál?

Parece que esto ya termino, por desgracia. ¿Hemos sobrevivido todos? ¿Ha habido daños entre los presentes? ¿Algún desaparecido?

La lectura general de la semana: “Una semanita rara (de cojones) pero divertida… muy divertida”. Ha habido momentos, grandes momentos y momentazos.

Pudimos contar, entre nuestras filas, con un paparazzi de lujo, que dejo inmortalizados los mejores momentos de los pre-laurentis e inicio de fiestas (si a alguien le faltan las afoticos que lo diga)

La escolta de la autoridad siempre va bien así, mientras repones fuerzas, pueden vigilar tus espaldas.

Mi futuro (y presente) NO marido (“Rey, ¿te quieres casar conmigo?”) nos dejó disfrutar de su presencia e intentó enseñarnos a bailar descoordinadamente.

La Jessy irrumpió, en nuestras vidas, con fuerza aunque… yo le sigo encontrando un parecido tremendo con Kaktus.

En algún momento hubo diálogo de besugos… Tu dime lo que te de la gana, que yo entenderé lo que me venga bien y te contestaré lo que me salga del moño.

Como objetivo, de todas las noches, nos fijamos el conseguir vaso VIP de plástico (que iba allá donde fuéramos)

El llevar el aire acondicionado portátil encima no nos fue nada mal… amos, fuimos la envidia de muchos.

Descubrí que es bueno ir mirando al suelo… ¡¡¡la cantidad de pasta que pierde la gente!!!

Impresionante el poder estar en un Cubitos sin gente y el poder disfrutar de un banco en su puerta (aunque luego lo robaran)

Ese gran concierto de George Dann comentado por la Jessy (¿o era Kaktus?) quedará grabado en nuestras memorias por mucho tiempo.

Como frase creo que me quedo con: “Reinas, a vosotras es que os da juego todo… incluso si llevarais un tenedor le sacaríais partido”… y si, ya se nos ocurrieron unas cuantas ideas.

Y como colofón, a esta semanita, debemos nombrar a la gogo, del último día, que de forma voluntaria y gratuita consiguió tener a toda la plaza entregada (¡¡¡Por Dios!!!, que cuelguen vidrios en el youtube YAAAAAAAAAAAAA). Voto porque la contrate el Ayun para el año que viene.

Ya sólo nos queda el bajar los niveles de alcohol en sangre para intentar disfrutar, mañana, de una “agradable” jornada laboral.