Hacía poco tiempo que se conocían. En un primer momento, nada indicaba que pudiera llegar a existir una atracción entre ellos pero no fue así. Conversaron, se entregaron al juego de la seducción, de una manera muy sutil, y una chispa saltó. Entre ambos se había creado un nexo de unión basado en las caricias, los besos, los mimos, la atracción, el deseo, el placer, la pasión, el morbo… Pocas ocasiones habían tenido de verse pero sus conversaciones, casi diarias, tenían un alto contenido erótico, fruto de la tensión sexual que existía entre ambos. Ella sabía como provocarlo y a él le gustaba que lo hiciera. ¿Te estas tocando? No ¿No? No. Si las condiciones son las idóneas, puedo llegar al orgasmo sin necesidad de contacto físico. Cuéntame como lo haces. Me puedo imaginar que me tumbas en la cama y comienzas a besarme el cuello. Lo besas, lo lames, lo mordisqueas. Mi piel se eriza y lo notas. Sabes que ese es el comienzo y que no voy a retroceder. Jugueteas con los lóbulos de ...