De Lo Que M'enterao

Esto de ser la andarina, de mi curro, es una gozada (pese a las inclemencias del tiempo). Que te quieres echar un piti... pues sales a llevar algo (y, de paso, te echas dos). Que no tienes ganas de currar... pues vas a recoger cosas (y, de paso, puedes mirar algún escaparate). Que estas de un humor de perros... pues te las piras también, que ya se sabe que con el ejercicio vuelves más relajadita.

Además, ahorras un montón de pasta, ya que como el ejercicio lo llevas incorporado todo el día, no es necesario apuntarse a ningún gimnasio.

Por las calles soy fácilmente reconocible... Si, hombre, aquella persona, con una carpeta azul bajo el brazo (que no permite intuir las maldades que llevo dentro), que va ensimismada en sus cosas; aquella que mira sin ver y que oye sin escuchar; aquella que se puede ir partiendo el pecho recordando el último chiste, que le han contado, o porque se le acaba de ocurrir alguna maldad; usease, la que va en su propio mundo y que tuvo que dejar de utilizar el pinganillo, por las calles, porque en más de una ocasión, y de dos, estuvo apuntico de ponerse a bailar mientras esperaba que el semáforo se pusiera en verde, para poder cruzar.

Pero a pesar de ir en mi propio mundo interior, en ocasiones, hago algún descubrimiento; cuando esto sucede vuelvo, como las balas, al curro a contárselo a mis compis (los cuales se me miran como diciendo: “¿De que árbol se habrá caido ésta?”). Como aquella ocasión en la que descubrí el tablón de anuncios de los muertos... ¿os acordáis?.... que si, que ya os lo conté, que tienen tablones de anuncios para los muertos... ¿?¿?¿? ¿os lo conté aquí?... pues ahora no recuerdo si fue aquí o en la trastienda de algún post de La Maru... meseyo, que no m’acuerdo... que no puedo estar en todo.

Bueno, que me voy de tema y esto se puede alargar demasiado, así que centrémonos de nuevo.

Hoy iba, de nuevo, en plan autista cuando, de pronto, algo ha llamado mi atención. En un primer momento he decidido pasar de largo peeeeeeeeeeeeeero... es que el cartel me atraía demasiado, así que he tenido que recular. El cartelito en cuestión rezaba:

“SEMANA DE LA MUJER VIUDA”

"Manda güevos –he pensado yo para mi misma- Mira si son originales, en este pueblo, que les hacen una semana temática a las viudas y to –Mientras seguía andando le iba dando vueltas al tema- Joer, si las mujeres a los pocos meses de quedarse viudas se ponen guapísimas, rejuvenecen, se tiran a hacer viajes, salen a bailar... y, además, ¡¡¡se inventan una semana para ellas!!! –yo seguía dándole vueltas, y más vueltas, al asunto- Por qué Día Internacional del SIDA, del Cáncer, del Niño, de los Derechos Humanos... existen pero aquí, son tan chulos, que se sacan de la manga toda una semana dedicada a la Mujer Viuda."

El resto del día he seguido rucurucu con el temita, hasta que ha entrado en acción el Sr. Google y

¿Sabéis una cosa?

Existe el

¡¡¡Día Internacional de la

Mujer Viuda!!!

(pa más señas, el 2 de febrero)

Está visto que las hay que están en racha.