Fantasía Hecha Realidad

- Quiero pedirte un favor

- Si, dime

- Me gustaría hacer realidad una fantasía... siempre me has gustado, siempre he querido que me dieras un beso... ¿me lo das?

Ella dudó unos minutos, eran amigos, buenos amigos, esta petición rompía todos sus esquemas... eran amigos, buenos amigos, ¿cómo le iba a dar un beso?

- Sólo te pido un beso –insistió él

Pensándolo fríamente, sólo quería un beso, no le estaba pidiendo nada más... ¿y porque no? ¿qué de malo podía tener un único beso?

Finalmente, ella accedió.

- Besas muy bien ¿Bailamos?

Ella no pudo evitar sentirse tensa por la situación, eran amigos, le había dado un beso y ahora le pedía que bailara con él.

Un beso, un baile... no tenían la menor importancia pero ella intuía que la situación se le escapaba de las manos.

- Estas muy tensa, relájate... sólo es un baile.

Ella intentó relajarse pero no pudo, tenía todos sus músculos en tensión, era un acto reflejo.

- Dame otro beso

Ella sabía que no debía hacerlo, echo un vistazo rápido a su alrededor y se dio cuenta de que se les había acabado la bebida, debía aprovechar la oportunidad para romper ese juego peligroso.

- Voy a por otro trago, ahora vuelvo.

Mientras preparaba otra copa intentó calmarse, intentó analizar la situación, intentó encontrar una salida.

Regresó, le entregó su trago, a él, y se sentó, guardando una distancia prudencial.

A pesar de las negativas, de ella, él seguía insistiendo, le acariciaba, le decía cosas dulces, se acercaba para besarla.

Ella se sentía muy vulnerable, necesitaba que la abrazaran, que la besaran, que le hicieran el amor... pero, a pesar de ello, se resistía, existen ciertas barreras que los amigos no deben traspasar.

De pronto, ella se encontró perdida, él había encontrado su punto débil... le estaba acariciando el cuello, debía encontrar una salida rápida a esa situación pero... él empezó a besarle el cuello... ya estaba cayendo al abismo, sabía que eso no debía suceder pero ya no podía hacer nada por evitarlo.

Él la quería disfrutar al máximo, después de tantos años deseándola la tenía allí... quería saborear cada centímetro de su piel, recrearse en cada caricia, en cada beso... deseaba hacerla disfrutar al máximo... era su fantasía hecha realidad.

Durante horas se acariciaron, se besaron, se lamieron... hasta que cayeron rendidos por el sueño.

Ella despertó al notar como él acariciaba su cuerpo. Eran unas caricias delicadas, como si tuviera miedo a romperla.

Unas horas después de la despedida él la llamó

- Ven a mi casa y acabamos lo que hemos empezado

- ......