Se Me Hincha La Vena Del Cuello, Como A La Patiño
Pues yo sigo con lo mío, con esas cartas que os conté hace unos días.
Las que más me gustan son las manuscritas, no sé, les veo un encanto especial, son como más íntimas, más de tu a tu, pero ahora, por desgracia, la remesada que tengo entre manos son mecanografiadas en su mayoría, jooooooooo
A pesar de que estas cartas mecanografiadas no me llaman la atención (con las que pierdo poco, por no decir nada, de tiempo) ha habido una que me ha atraído (sin ningún motivo aparente). Era bastante larga y contaba muchas cosas.
Pero me ha salido la vena feminista al llegar a un párrafo en el que la hermosa dama le narraba, a nuestro famoso, que el genio que ella tenía en la juventud había desaparecido, que a su queridísimo esposo le habían avisado que tendría que emplear mano dura con ella y que había tomado buena nota de ello… pero lo que más me ha sorprendido (y mosqueado) es leer con el alivio que le contaba que como SÓLO le pegaba el día que la chica de servicio tenía fiesta y, así, no había escándalo…
Aunque estas cartas están fechadas a mediados del siglo pasado me sigue pareciendo una aberración el que alguien piense que si le pegan es porque lo merece.
¿Es para que se me hinche la vena del cuello o no?
Comentarios
Un besico
Ya no es que se admitiera socialmente si no que se justificaba... lo que sigue pasando, hoy en día, en otras culturas.
Maru, la sangre hervía... no veas como hervía.