De Excursión
Ya lo sabía yo... ya sabía que no lo tenía que hacer... y voy y lo hago... siesque, p’abofetearme.
Quien me conoce sabe que yo no acudo a los “dostores” salvo que sepa lo que tengo... aguanto aguanto y aguanto y cuando tengo el diagnóstico voy a visitarlos (mas que ná, por aquello de que me hagan la receta). Salvo hoy, que después de dos días con fiebron... sin tener N.P.I. de lo que me pasa... he decidido que le iba a dar mi voto de confianza a la clase médica.
Así que, después de meterme, entre pecho y espalda, un antitérmico, dejar que hiciera su efecto... me he recompuesto mis grandes ojeras y me he arrastrado a visitar el servicio de urgencias, una vez allí:
La cosa ha empezado mal, ya comenzando por la señorita de recepción. Como suena algo exagerado ir a las Urgencias de un hospital por fiebre le he intentado poner en antecedentes... ante lo que he recibido un: “bueno, bueno... no me cuentes na... yo pongo que es por fiebre y punto pelota”. Como una andaba con las defensas demasiado bajas, pues como que no me ha apetecido discutirle, total p’aloque iba a servir.
Una vez dentro (que, por cierto, he sabido elegir la hora, SÓLO estábamos cuatro gatos) la cosa no ha ido mucho mejor.
De primeras me han venido con un aparatito... maremía que miedo, a puntito he estado de salir por piernas... menudo “puncho”... hasta que no me han dicho que era un termómetro (cosa que aún dudo) no les he dejado acercarse. Y, pa colmo, amos que iba yo vestida como para ponerme el dichoso termometrito... menudas comedias he tenido que hacer.
Pero, ya, el remate ha sido cuando ha llegado la M.I.R. Le empiezo a contar, le digo que he intentado ponerme en contacto con mi Doctora y no me ha sido posible. Le he explicado mi historial médico (ya que tengo la seguridad absoluta de que no se ha mirado ni la tapa) y le digo: “Tengo fiebre desde ayer. No es otitis, no es faringitis, no es gripe, no es gastroenteritis, no es..., no es..., no es... Aaaaah, y ahora no tengo fiebre porque me he pegado un chute pa poder venir”
Creo que ha estado a puntito de darme puerta en cuanto he terminado de hablar... aunque mi insistencia le ha convencido pa no hacerlo. La cuestión, de no muy buenas ganas me ha mirado garganta, oidos... bueno y esas mariconadas varias que hacen pa cubrir expediente.
DIAGNÓSTICO: “No tienes otitis, no tienes faringitis, no tienes gripe, no tienes gastroenteritis, no tienes..., no tienes..., no tienes... Aaaaaaaaaaaaah, y ahora no tienes fiebre. Sigue tomando lo que has tomado que parece que te va bien” (tócate los cojones, Mariloli)
Usease, en otras palabras, la M.I.R. me ha dicho que N.P.I. Veeeeeeeeeees, si ya sabía yo que no debía acudir... que más me hubiera valido la primera idea: aguantar aguantar y aguantar hasta que yo tenga mi propio diagnóstico.
Quien me conoce sabe que yo no acudo a los “dostores” salvo que sepa lo que tengo... aguanto aguanto y aguanto y cuando tengo el diagnóstico voy a visitarlos (mas que ná, por aquello de que me hagan la receta). Salvo hoy, que después de dos días con fiebron... sin tener N.P.I. de lo que me pasa... he decidido que le iba a dar mi voto de confianza a la clase médica.
Así que, después de meterme, entre pecho y espalda, un antitérmico, dejar que hiciera su efecto... me he recompuesto mis grandes ojeras y me he arrastrado a visitar el servicio de urgencias, una vez allí:
La cosa ha empezado mal, ya comenzando por la señorita de recepción. Como suena algo exagerado ir a las Urgencias de un hospital por fiebre le he intentado poner en antecedentes... ante lo que he recibido un: “bueno, bueno... no me cuentes na... yo pongo que es por fiebre y punto pelota”. Como una andaba con las defensas demasiado bajas, pues como que no me ha apetecido discutirle, total p’aloque iba a servir.
Una vez dentro (que, por cierto, he sabido elegir la hora, SÓLO estábamos cuatro gatos) la cosa no ha ido mucho mejor.
De primeras me han venido con un aparatito... maremía que miedo, a puntito he estado de salir por piernas... menudo “puncho”... hasta que no me han dicho que era un termómetro (cosa que aún dudo) no les he dejado acercarse. Y, pa colmo, amos que iba yo vestida como para ponerme el dichoso termometrito... menudas comedias he tenido que hacer.
Pero, ya, el remate ha sido cuando ha llegado la M.I.R. Le empiezo a contar, le digo que he intentado ponerme en contacto con mi Doctora y no me ha sido posible. Le he explicado mi historial médico (ya que tengo la seguridad absoluta de que no se ha mirado ni la tapa) y le digo: “Tengo fiebre desde ayer. No es otitis, no es faringitis, no es gripe, no es gastroenteritis, no es..., no es..., no es... Aaaaah, y ahora no tengo fiebre porque me he pegado un chute pa poder venir”
Creo que ha estado a puntito de darme puerta en cuanto he terminado de hablar... aunque mi insistencia le ha convencido pa no hacerlo. La cuestión, de no muy buenas ganas me ha mirado garganta, oidos... bueno y esas mariconadas varias que hacen pa cubrir expediente.
DIAGNÓSTICO: “No tienes otitis, no tienes faringitis, no tienes gripe, no tienes gastroenteritis, no tienes..., no tienes..., no tienes... Aaaaaaaaaaaaah, y ahora no tienes fiebre. Sigue tomando lo que has tomado que parece que te va bien” (tócate los cojones, Mariloli)
Usease, en otras palabras, la M.I.R. me ha dicho que N.P.I. Veeeeeeeeeees, si ya sabía yo que no debía acudir... que más me hubiera valido la primera idea: aguantar aguantar y aguantar hasta que yo tenga mi propio diagnóstico.
Comentarios
Tomate un whisky que eso lo cura todo. O mejor la botella entera.
En cuanto a tus dolencias, ahora entiendo las quejas de los "doctores", vas solo para saturarles el servicio. Mira que ir si no tenias nada....era tó psicológico, jeje.
Pistols, m'alegro que al final no decidieras apuntarte a la legión extranjera, jaja.
Yo no voy a saturar el servicio... ni mucho menos... algún día te contaré y verás como hago todo lo contrario... pero cuando hay que ir se va. Además, hoy estaban aburridos... no tenían na de movimiento y......... que m'enterao de cada cotilleo que p'aque p'aque p'aque.
(Ahora siento haberte elevado la temperatura esta mañana... jejeje)
Besotes.
Los médicos no son tan malos, lo que es un desastre es la organización de la seguridad social.
Bueno moceta, y tú que tal estás de tus males, ya te has recuperado o sigues fatal de tu síndrome de Dina?
Curate pronto. Cura sana, cura sana..
ala, venga.. a ponerse gÜeno to er mundo que hay que producí
ya ta bien de tanta golferia jejeje
La batalla contra los virus la pienso ganar yo... no se si en 3 días o en 3 meses... pero estos no se me resisten.
Dani, es que esos señores vestidos con batas blancas se empeñan en diagnosticarme cosas que no tengos... de allí que les tenga algo de tirria.
¿Síndrome Dina?... uuuuuuuuuy, o he perdido alguna neurona de memoria o no tengo ni idea de que síndrome es ese.
Pitufa, aunque medio moribunda... ya estoy produciendo todo lo que la señora informática me permite... aunque tentada he estado de volver a la cama cuando he visto el nieblon que hacia esta madruga.
Si es que hay gente que hace lo que sea por un post.
Blame on you!
PD: warropti
David, coño, ya sabía yo que algo me faltaba en mi tratamiento casero... mimos y caricias... y yo... ¿donde puedo adquirir eso?... ¿existe algún expendedor próximo?... mira que lo necesito con urgencia.