Día 17. Momento turista

Tocaba momento turista total. 

Después de desayunar en compañía de la última amigüita que hice ayer, desearle buen viaje y esperar volver a coincidir en algún otro momento por algún camino, me he tirado a las calles. 

Hoy era el día en el que mi vértigo y yo nos íbamos a subir por las cubiertas de la catedral y va y sale lloviendo a todo llover, yu py. Para no perder la costumbre le he tenido que dar la vuelta a la Catedral y preguntar para saber por dónde tenía que entrar. Y estaba yo esperando tan tranquilamente cuando se ha acercado una pareja con las mismas dudas que yo (¿Seguro que es aquí donde tenemos que esperar?), pues como no teníamos otra cosa que hacer, además de mojarnos, hemos charrado un poco. Esta vez eran de los Madriles (no se me ha ocurrido preguntarles si eran gatos, si los veo mañana se lo pregunto), en las conversación me han comentado que ayer estuvieron con un señor de Huesca (parece que no soy la única fatica que está por estas tierras). 

Después de esperar... resulta que no era allí (la de la tienda me había engañado, grrrr). Aún así hemos llegado a tiempo. Ciento sesenta y cinco escalones, si mal no recuerdo, íbamos a tener que subir. 

El primer tramo bien, allí que hemos subido con agilidad, llevaba a una señora delante que no hacía más que insistirme en qué la adelantará y yo que no, que teníamos que llegar al mismo sitio y que más daba (luego retomaré a esta señora). 

El segundo tramo de escaleras ya picaba bastante más en las piernas y de remate era la salida a los tejados, diluviando que estaba, por lo que mi paraguas, mi vértigo y yo nos hemos lanzado a lo desconocido. Nos hemos recorrido todo el tejado y yo solo hacía que pensar "¡¡como me resbale!! me tendrán que recoger con pala". Al final ni me he resbalado ni he entrado en pánico.

El tercer tramo de escaleras volvía a ser más llevadero y las vistas espectaculares. Y aquí es donde retomo a la señora del principio, la he visto intentando hacer un selfie y me he ofrecido a hacerle un foto, ha dirigido la operación de como quería que se la tomara y como no, ángulo y demás. Posteriormente me ha devuelto ella el favor, que se ha agradecido. Y hablando hablando... ¡¡Pues que era de HUESCA!!, más concretamente de Torrente de Cinca, me ha hecho ilusión estar con alguien de la tierreta.


De allí a comprar un paraguas, que me apetecía tener uno de recuerdo, y he encontrado uno que me gustaba (objetivo cumplido) 

Lo siguiente tomar vermute, era pronto para empezar a beber pero...

Una pequeña para en el albergue para echar una siesta y vuelta a la Catedral para ver el Pórtico de la Gloria. En estos momentos ya hacía un solete maravilloso. 

Vuelta por las calles de Santiago, por la Ciudad de la Cultura, por el Monte Pedrouzo (o algo así) para ver una panorámica de Santiago,  de visita a Sigüeiro y ya damos por concluido el día... que parece que no pero estoy más cansada que si hubiera hecho una etapa con la mochila a cuestas.


Continuará...

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