Al Ladrón

Al levantarme he sido consciente de que no tenía ni pa echarme un “vermutte”. Así que, dado que tengo al personal de servicio doméstico de vacaciones, he tenido que ir a comprar víveres para subsistir los próximos días.
La cosa iba bien, había tomado la decisión de comprar lo imprescindible (y nada más que lo imprescindible) pero la tragedia se mascaba en el ambiente.
Andaba yo, muy distraída, entre los pimientos y las ciruelas (que van muy bien, estas últimas, para el tránsito intestinal… si queréis obtener más detalles preguntarle al Señor Google) cuando de repente me vuelvo y…
¿¡¿¡¿¡¿Dónde está mi carro?!?!?! (he estado apunto de arrancarme a lo Manolo Escobar pero me ha parecido UN POCO fuera de lugar)
Vale, Dina, que no cunda el pánico. Alguien se lo ha llevado por error, sigue mirando la “exposición” de frutas y verduras y verás que cuando te vuelvas allí estará de nuevo.
Así lo he hecho. He seguido, como si nada hubiera pasado, cogiendo, eligiendo, pesando, etc. etc. etc. y… mi carro sin aparecer. He valorado la situación: “Vale, me tiro por los pasillos a la busca y captura de mi carro” (por los adentros me decía: “Mi caaaaaaaaaaarro me lo robaaaaaaaaron… ¿Dónde estará mi caaaaaarro? ¿Dónde estará mi caaaarro?”) El dichoso carro seguía sin aparecer y aquí es cuando me he planteado: “¿Pero quién será el agud@ que roba un carro de compra ANTES de pasar por caja?”
Los minutos pasaban, mi carro seguía sin aparecer, a la desesperada he tenido que pillar una cesta (por aquello de que ya no tenía más brazos donde guardar cosas)
Como he vuelto varias veces al escenario del crimen, me he dado cuenta de que había otro carro abandonado. “Eureka, alguien se lo ha llevado por error. Cuando se de cuenta traerá el mío y se llevará el suyo”. Pasados unos minutos el segundo carro también había desaparecido y el mío seguía sin aparecer (aquí es cuando he jurado en hebreo por no haberme quedado de rehén ese segundo carro, para el rescate me hubiera venido de fábula)
He pensado en anunciar la DESAPARICIÓN (incluso ofreciendo una recompensa a quien me diera una pista sobre su paradero) de mi carro por megafonía pero, no sé muy bien el porque, he descartado la idea.
Ya me había dado por vencida, ya daba por desaparecido DEFINITIVAMENTE mi carro, ya le había enviado recuerdos para toda la familia del ladrón/a, ya estaba haciendo memoria de lo que había en él cuando… ¡¡¡LO HE ENCONTRADO!!! El desalmad@, que se lo había llevado, lo había dejado abandonado en la sección perfumería (es muy lógico pensar que si alguien pierde un carro en frutería lo va a ir a buscar en perfumería… amos, esto lo sabe cualquiera)
He aprendido la lección. La próxima vez NO PIENSO DARLE VACACIONES al personal del servicio doméstico si no me dejan la despensa bien surtida para el siguiente trimestre.
La cosa iba bien, había tomado la decisión de comprar lo imprescindible (y nada más que lo imprescindible) pero la tragedia se mascaba en el ambiente.
Andaba yo, muy distraída, entre los pimientos y las ciruelas (que van muy bien, estas últimas, para el tránsito intestinal… si queréis obtener más detalles preguntarle al Señor Google) cuando de repente me vuelvo y…
¿¡¿¡¿¡¿Dónde está mi carro?!?!?! (he estado apunto de arrancarme a lo Manolo Escobar pero me ha parecido UN POCO fuera de lugar)
Vale, Dina, que no cunda el pánico. Alguien se lo ha llevado por error, sigue mirando la “exposición” de frutas y verduras y verás que cuando te vuelvas allí estará de nuevo.
Así lo he hecho. He seguido, como si nada hubiera pasado, cogiendo, eligiendo, pesando, etc. etc. etc. y… mi carro sin aparecer. He valorado la situación: “Vale, me tiro por los pasillos a la busca y captura de mi carro” (por los adentros me decía: “Mi caaaaaaaaaaarro me lo robaaaaaaaaron… ¿Dónde estará mi caaaaaarro? ¿Dónde estará mi caaaarro?”) El dichoso carro seguía sin aparecer y aquí es cuando me he planteado: “¿Pero quién será el agud@ que roba un carro de compra ANTES de pasar por caja?”
Los minutos pasaban, mi carro seguía sin aparecer, a la desesperada he tenido que pillar una cesta (por aquello de que ya no tenía más brazos donde guardar cosas)
Como he vuelto varias veces al escenario del crimen, me he dado cuenta de que había otro carro abandonado. “Eureka, alguien se lo ha llevado por error. Cuando se de cuenta traerá el mío y se llevará el suyo”. Pasados unos minutos el segundo carro también había desaparecido y el mío seguía sin aparecer (aquí es cuando he jurado en hebreo por no haberme quedado de rehén ese segundo carro, para el rescate me hubiera venido de fábula)
He pensado en anunciar la DESAPARICIÓN (incluso ofreciendo una recompensa a quien me diera una pista sobre su paradero) de mi carro por megafonía pero, no sé muy bien el porque, he descartado la idea.
Ya me había dado por vencida, ya daba por desaparecido DEFINITIVAMENTE mi carro, ya le había enviado recuerdos para toda la familia del ladrón/a, ya estaba haciendo memoria de lo que había en él cuando… ¡¡¡LO HE ENCONTRADO!!! El desalmad@, que se lo había llevado, lo había dejado abandonado en la sección perfumería (es muy lógico pensar que si alguien pierde un carro en frutería lo va a ir a buscar en perfumería… amos, esto lo sabe cualquiera)
He aprendido la lección. La próxima vez NO PIENSO DARLE VACACIONES al personal del servicio doméstico si no me dejan la despensa bien surtida para el siguiente trimestre.
Comentarios
Un abrazo Dina
Volviendo al tema de tu carro, supongo que siempre te quedaría la opción de volver a hacer la compra.
Saludos.
No me puedo imaginar en tu lugar.
Sin embargo, te admiro. Has sabido conservar la calma, continuar con la compra y finalizar la operación "reabastecimiento" en el tiempo previsto.
¡¡Y encima recuperando tu propio euro de tu reencontrado carro!! No uno cualquiera, ¡¡el tuyo!!
Magnífica actuación, si señora...
Hay gente muy despistada que se lleva el carro por error. Suele ir acompañada por una segunda persona y se da cuenta de su torpeza cuando ve al segundo de a bordo con SU carro (hola, qué tal, sí, yo me he llevado carros, jajaja!)
Claro, lo dejas donde pillas porque piensas que el primer propietario ya habrá encontrado otro (en lo que menos caes es en el €)
Eso, o un crío jugando, sin más.
Ahora, pagaría por estar en el super cuando reclamaras el carro por megafonía. Esas caras de la gente, ese seño con la bata blanca y la camisa de fuerza preparada, los de seguridad en alerta, es que me partooooooooooooo!jajajajaajajaj!
Tyrannosaurus, amos, que si me lo llegan a quitar despues de haberlo pagado... sólo te digo una cosa: "yo por mi carro mato... maaaaaaaato" (me ha salido la vena barriobajera de Belen Esteban, jeje)
Aspective, angustia es poco... empece a hiperventilar y casi provoco un huracan en el hiper, dí que empece a hacer la respiración del perrito y todo volvio a su cauce.
B Dark Pink, pues le falto el canto de un duro para reclamarlo... si llego a saber donde se encontraba atención al cliente (porque habrá de eso ¿verdad?) te aseguro que...
Chuk, te aseguro que es otra alternativa que valore pero... es que no me apetecía dar el espectáculo a media mañana y, además, tenía poco público.