Cada Día Un Mundo Por Vivir. Cada Encuentro Una Aventura. Una Vida Sin Ti No Sería Lo Mismo
"eres tan tan especial, tan distinta,...
y eso que no conozco tu "envoltorio"
pero te percibo como alguien a quien de verdad merece la pena tener cerca y querer"
"deberías ser proclamada "patrimonio de la humanidad" para que todos pudiésemos tener un cachito de ti"
"si no te han tratado como una reina, si no te han adorado, si no han besado cada centímetro que pisas, no sabes lo que es que te quieran"
"no, no llores, ni aunque sea de emoción o alegría. no hay nada en este mundo que merezca una lágrima tuya"
Palabras como esas son las que le habían dado otro aliciente más, a Elisa, para acudir, diariamente, a su trabajo.
Podían ser mentira, podían ser sólo un espejismo pero no le importaba. Cada vez que Abdón le dedicaba alguna palabra bonita le hacía sentir viva, le hacía sentirse apreciada, le hacía sentir importante, le hacía sentirse la persona más bella sobre la tierra… le hacía sentir todas aquellas sensaciones que llevaba meses sin sentir.
¿Cuántas veces había pensado, mientras miraba a su marido, “dime cosas bonitas aunque me mientas, dime cosas bonitas incluso si sé que me mientes”? Y resulta que, ahora, Elisa recibía esas palabras bonitas de Abdón. Una persona que se cruzó en su vida por casualidad, de la manera más inesperada y con la que fue creciendo una amistad, sin darse cuenta.
Durante esos meses se habían confesado sus temores más ocultos, sus secretos mejor guardados, sus tristezas más profundas. Habían tenido tiempo para risas, bromas. En algunos momentos, incluso, habían tenido conversaciones más personales e íntimas.
Nunca se habían visto y, muy posiblemente, jamás llegarían a verse pero, entre ellos, se había creado una complicidad que resultaba muy difícil de explicar y entender.
Elisa tenía los pies sobre la tierra pero deseaba seguir compartiendo esos momentos dulces, junto a Abdón, mientras durarán.
Comentarios
te ponemos enlace a tu blog
muchas gracias!!
Un beso Dina
Cuidate.