Remedios De La Abuela
La mayoría de las veces las cosas son más sencillas de lo que parecen. Todos hemos escuchado remedios, de esos caseros, que por simplones que parecen los hemos desechado nada más oírlos; hasta que un día, y por pura desesperación, te dices a ti mismo “Voy a probarlo, total no voy a perder nada”.
Así que allí va alguno, de los que puedo dar fe que funcionan:
Cuando llevas un trancazo del doscientos veinticinco:
Si el rollo de papel higiénico se ha convertido en tu mejor “amigüito”, debido al goteo constante de tu nariz. Si a mitad de la noche te despiertas porque sientes la falta de oxígeno en tus pulmones y en tu cerebro… Usease, si no puedes respirar debido al taponamiento que llevas:
Coges una cebolla (cuanto más pique mejor), un plato y un cuchillo… Eeeeeeeeeeey, que no se os vaya la imaginación… que lo único que hay que hacer es picar la cebolla y ponerla en el plato y, posteriormente, trasladarlo a la mesilla, de vuestra habitación, dormirás como un/a bebito/a toda la noche.
En caso de desesperación siempre existe la opción de restregar la cebolla por la nariz… efecto inmediato garantizado.
Efectos secundarios: A la mañana siguiente ventilar, bien ventilada, toda la casa pues queda un tufillo a trabajador, de pico y pala, al final de la jornada laboral que no veas.
Cuando tienes un dolor de cabeza de pelotas:
Si tienes la sensación de que el cerebro crece por encima del pelo. Si empiezas a descubrir venas en tu cabeza cuya existencia desconocías… Usease, si le prestarías la cabeza a tu peor enemigo:
Coge una pinza… si, hombre, de las de tender la ropa (si es de madera mejor que mejor), te la cuelgas en el lóbulo de la oreja (da igual que sea la izquierda o la derecha, eso sí, se recomienda, si se llevan, quitarse antes los pendientes) y la dejas allí 10 minutos (aunque tampoco resulta completamente necesario dejar pasar todo el tiempo)
El dolor de cabeza desaparece a los pocos minutos.
Efectos secundarios: El dolor se traslada a la susodicha oreja, pero siempre queda la posibilidad, ya que todavía tenemos la pinza en la mano, de colgarla en otra parte del cuerpo a gusto del consumidor.
Cuando tienes una herida de cicatrización rebelde:
Si te has cortado al abrir una lata con abre-fácil. Si te has pillado los dedos entre las dos hojas de las ventanas correderas… Usease, esas heridas que cuando crees que ya están curadas o bien te das un golpe o resulta que tienes que doblar el dedo y se vuelve a abrir.
Coges un limón, agua (de botella o esterilizada), un vaso, un cuchillo y un exprimidor… ya hemos dejado claro, antes, que no había que dejar volar la imaginación. Pones en el vaso el agua y zumo exprimido del limón e introduces dentro la herida, dejando un rato para que actúe. Eficaz (o ¿eficiente?) al 100%, en varias horas cicatrización de una semana garantizada.
Efectos secundarios: La primera vez y, sólo, durante unos minutillos… se te saltan unos lagrimones de cocodrilo como para ser el causante de un nuevo tsunami… eso sí, los ojos te quedan limpitos y relucientes.
Así que allí va alguno, de los que puedo dar fe que funcionan:
Cuando llevas un trancazo del doscientos veinticinco:
Si el rollo de papel higiénico se ha convertido en tu mejor “amigüito”, debido al goteo constante de tu nariz. Si a mitad de la noche te despiertas porque sientes la falta de oxígeno en tus pulmones y en tu cerebro… Usease, si no puedes respirar debido al taponamiento que llevas:
Coges una cebolla (cuanto más pique mejor), un plato y un cuchillo… Eeeeeeeeeeey, que no se os vaya la imaginación… que lo único que hay que hacer es picar la cebolla y ponerla en el plato y, posteriormente, trasladarlo a la mesilla, de vuestra habitación, dormirás como un/a bebito/a toda la noche.
En caso de desesperación siempre existe la opción de restregar la cebolla por la nariz… efecto inmediato garantizado.
Efectos secundarios: A la mañana siguiente ventilar, bien ventilada, toda la casa pues queda un tufillo a trabajador, de pico y pala, al final de la jornada laboral que no veas.
Cuando tienes un dolor de cabeza de pelotas:
Si tienes la sensación de que el cerebro crece por encima del pelo. Si empiezas a descubrir venas en tu cabeza cuya existencia desconocías… Usease, si le prestarías la cabeza a tu peor enemigo:
Coge una pinza… si, hombre, de las de tender la ropa (si es de madera mejor que mejor), te la cuelgas en el lóbulo de la oreja (da igual que sea la izquierda o la derecha, eso sí, se recomienda, si se llevan, quitarse antes los pendientes) y la dejas allí 10 minutos (aunque tampoco resulta completamente necesario dejar pasar todo el tiempo)
El dolor de cabeza desaparece a los pocos minutos.
Efectos secundarios: El dolor se traslada a la susodicha oreja, pero siempre queda la posibilidad, ya que todavía tenemos la pinza en la mano, de colgarla en otra parte del cuerpo a gusto del consumidor.
Cuando tienes una herida de cicatrización rebelde:
Si te has cortado al abrir una lata con abre-fácil. Si te has pillado los dedos entre las dos hojas de las ventanas correderas… Usease, esas heridas que cuando crees que ya están curadas o bien te das un golpe o resulta que tienes que doblar el dedo y se vuelve a abrir.
Coges un limón, agua (de botella o esterilizada), un vaso, un cuchillo y un exprimidor… ya hemos dejado claro, antes, que no había que dejar volar la imaginación. Pones en el vaso el agua y zumo exprimido del limón e introduces dentro la herida, dejando un rato para que actúe. Eficaz (o ¿eficiente?) al 100%, en varias horas cicatrización de una semana garantizada.
Efectos secundarios: La primera vez y, sólo, durante unos minutillos… se te saltan unos lagrimones de cocodrilo como para ser el causante de un nuevo tsunami… eso sí, los ojos te quedan limpitos y relucientes.
Comentarios
Mejórate guapa.
Por si acaso siempre le digo antes de llegar: dile al otro que se vaya que ya llego yo
Maru: es por los que tienen problemas para saber con que órgano se piensa... y hasta aqui puedo leer, jeje.
McGrau: Tu "haceme" caso a mí... que siempre te llevare por el buen camino... Que suerte la tuya... eso de que te pueda doler la cabeza en ciertos puntos kilométricos debe molar un huevo, ¿no?
El otro día escuché un poco de barullo por mi cabeza, me pasé la web cam y me acojoné... habían dos piojos d'esquadra multando a otros dos que estaban haciendo carreras de larga distancia!!!
Coño!! que la cosa me está preocupando!! Cuantos hay?? hay fronteras? tienen problemas con los idiomas?? es que mi cabeza es un mundo oyes xDDDD
Dina, guapa veo que no te has repasado el tema de la eficacia y eficiencia... no te vuelvo a pasar apuntes.... jejeje ¡¡¡¡
Tomar nota... funcionar funcionan... sólo hay que lanzarse a la aventurilla.
Oye... utilice bien el palabro ¿no?... el resto era sólo por tocar un pelín los "webs"