Día 12. Etapa 11. Un perro en el camino

 El día de ayer fue durillo, sin ser una etapa demasiado complicada mi cuerpo dijo "venga hombre, que como bromita ya está bien" y para demostrarlo... enfermo, pero no enfermar de preocuparse si no como los niños pequeños que quieren captar la atención: que si ahora te voy a dar un dolor de cabeza, que si ahora vas a tener unas décimas de fiebre, que si ahora vas a tener el estómago revuelto... Como tenemos que llevarnos bien, que de él no me puedo divorciar, le prometí que hoy y mañana no tendría que portar la mochila, que ella viajaría cómodamente en un taxi. La primera media hora de hoy creo que no se lo creía mucho pero conforme a ido pasando el día ya hemos hecho las paces. 

También me di cuenta ayer que hay un grupo que grita más que los grupos de españoles...¡¡LOS MEXICANOS!! madre la que le liaron al camarero, no callaron hasta que empezaron a tener algo que llevarse a la boca. A mí me vino bien porque

así estuve entretenida hasta que me dieron de comer.

La mañana se ha levantado lluviosa y llena de peregrinos, eso sí hoy parecía que estaban todos con la resaca del primer día de romería. 

Cuando ha despejado un poco he visto a un perrete, de primeras he pensado que podía ser un perrete que sacaban a pasear por allí pero no, pronto me he dado cuenta que estaba de peregrino. He acelerado el paso para poder hablar con si dueña y preguntarle por la experiencia. De momento solo le cogen con el perro en algunas pensiones...y si intentan que el perro duerma en el exterior no se queda allí (Ole ole y ole) 



Cuando me he encontrado en mitad de la nada a un tipo parado en la orilla del camino y me he dado cuenta que llevo viéndolo parado en mitad de la nada varios días (y diréis, con lo despistada que es con la gente como puede ser que se haya dado cuenta que es la misma persona, pues muy sencillo lleva un pendiente que es un patito y desde el primer momento que lo vi pensé que no le pegaba). A lo que iba, me ha dado un poco de yuyu el no saber porque estaba allí, luego he decidido pensar que debe ser el acompañante de alguno de estos grupos de romeros y va esperando para ver cómo van.

Otra cosa son los cementerios, soy una gran aficionado en ir a visitarlos pero estos días no hace falta que vaya, ellos vienen a mi...o mejor dicho, me esperan a pie de camino. Hoy he visto el más curioso de todos, uno que las lápidas de los nichos están por fuera de los muros del cementerio


La anecdotita del día: tengo la costumbre/manía de intentar buscar la lógica cuando me dan una contraseña. La contraseña de la WiFi del albergue de hoy es foranbolsonaro2020...

Continuará...





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