Día 9. Etapa 8. Noche cerrada + niebla - peregrinos

 Mientras esperaba que se hiciera la hora de ir a misa estuve haciendo un repaso mental de la etapa de ese día y me acordé la sorpresa con la que tope. La aplicación que utilizo de guía avisaba que en una parte de ese camino se había puesto de moda subirlo a caballo y te ibas a encontrar con muchas cacas de caballo... pues que suerte la mía, que justo ese día había subido un caballo que andaba algo descompuesto de las tripas y había ríos de horse's cacas.

Ya en la misa me sorprendió la cantidad de gente que había y le mayoría rezando (yo estaba de mera espectadora, como aquel que va al teatro). El que oficiaba era un franciscano, la verdad es que me chocó, no se porque pensaba que los franciscanos no podían oficiar. En un momento de la misa algo se me removió por dentro ¿el que? NPI ¿Porqué? NPI, pero de pronto me empezaron a saltar las lágrimas y no las podía controlar. Imagino que a lo largo de estos días encontraré la respuesta a esas preguntas. 

La noche... Pues la noche ha sido movidita, entre un par de personas que han gritado en sueños a media noche, unos ruidos como de golpes en el piso de arriba (solo que no había puesto de arriba), una luz misteriosa que parpadeaba y cambiaba de color debajo de la cama de al lado. Pero el premio gordo se le lleva (redoble de tambor): el señor que se ha puesto a roncar a media noche que más que ronquidos parecía que teníamos el motor de un reactor en la habitación; ha habido personas que se han cogido el saco y se han ido de la habitación, otra se ha sentado en la cama mirándoselo como diciendo "no me lo puedo creer", yo acordándome que se me había olvidado comprarme tapones en la farmacia.. Al final otro señor le ha tocado el hombro muy educadamente para que se moviera y como callara, la medida ha funcionado y todos hemos podido volver con lo que estábamos haciendo (básicamente dormir) 

La jornada, como ya viene siendo un clásico, ha empezado muy de madrugada. Así que a las 7 ya estaba desayunando (muy rico el desayuno, por cierto). Aunque he intentado alargarlo lo máximo posible, todo tiene su fin y antes de las 8 ya está anda que te andará, en plena noche con una niebla muy espesa y NINGÚN peregrino en el horizonte... pero me he hecho la valiente y paralante, como los de Alicante. He pasado un poquito de miedito cuando se me ha ocurrido empezar a pensar que me podría salir un lobo o incluso la Santa Compaña... llegados a este punto no me he permitido seguir pensando y me he concentrado en lo que tenía entre los pies. 




Cuando hemos coronado el puerto he invitado a sentarse en la mesa a unas americanas con las que llevábamos toda la mañana: te adelanto, me adelantas, te vuelvo a adelantar, me vuelves a adelantar... Una de ellas, Ivan  o Iban no me ha quedado muy claro, había hecho un porrón de caminos y hablaba un español con acento mejicano que hacía mucha gracia. Por lo que el almuerzo ha estado la mar de entretenido. 

Aaaah, hoy si que he tenido la oportunidad de visitar varios cementerios que estaban a pie de camino


La anecdotita del día: casi me he lesionado la rodilla estando quieta pará, que mira que es difícil pero he escuchado un crack... que me ha tenido los siguientes kilómetros de bajada andando como una recién parida para evitar darle la estocada final y cargarme la rodilla por completo. 


Continuará...

Comentarios

Beatriz MissPotingues ha dicho que…
Ojo cuidado a esos cracks traicioneros, que avisan.

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