Día 15. Etapa 14. Game over

 Charra que te charra la tarde se paso en un plis pero nos dio tiempo a ver uno de los pueblos más bonitos de España (que ahora no recuerdo cómo se llama, lo preguntaré), un par de rias, el mar, oler a mar, ver unos paisajes espectaculares, ver delfines y varias decenas de gaviotas levantando el vuelo a la vez con el mar de fondo (espectacular). Y como había toque de queda en el albergue, pues directo a ocupar mi litera. 

Está mañana el ambiente ya había cambiado, era como si no quisiéramos que terminara, la gente se movía como a cámara lenta. 

Cuando íbamos a salir ya llovía y llovía con un par, uno de los italianos del albergue a dicho (debe leerse con acento italiano) "is la bendicioni di Santiago". Pues si esto es la bendición nos ha bendecido varias generaciones porque no ha parado de llover en todo el camino. 

Una vez que me he metido entre pecho y espalda mi tostada y mi bien cafe me he dispuesto a emprender la marcha pero hoy el chubasquero se me ha revelado (y eso que tenemos sobrada experiencia) y he optado por solicitar ayuda a una persona que había allí, el chico muy majo y una vez que me ha ayudado ha empezado a contarme cosas que le han pasado durante el camino "y eso que soy agnóstico". El chaval se lo estaba haciendo desde Roncesvalles, durmiendo en una tienda de campaña (por lo que le mochila le debía pegar 16 o 17 kg) y estaba descubriendo cosas de él que no imaginaba. Al despedirnos me ha preguntado mi nombre y se ha presentado, soy Ángel

Tras la charradeta a emprender la marcha. A lo lejos he visto si perrete mayor y su dueño, he apretado un poco el paso para alcanzarlos y no había forma (hoy iba más ligero porque no llevaba ni mochila ni nada) 

Al cabo del rato me ha alcanzado la chica con la perreta que se había agotado hace un par de días, las dos iban bien contentas de este fuera el último día. Hemos estado hablando bien rato hasta que ha aparecido el primer bar, en el que ella iba a parar para que descansará la perreta, y allí estaba el perrete mayor y su dueño por lo que hemos echo mini pandi un rato y hemos estado charrando. Aah, la chicha se llena Laura (solo nos ha costado 4 días preguntarnos el nombre); de él ni idea, si me lo encuentro luego por las calles le pregunto. 

Otra gente me ha saludado y le he saludado pero no tengo muy claro si solo nos conocemos de vernos estos días, de si hemos hablado o de que. 

Ya en el tramo final he visto a una chica que estaba discutiendo con su chubasquero, he apretado el paso y le he preguntado si quería que la ayudara, eso nos ha llevado a entablar con con conversación. Pues resulta que era de ¡¡¡Teruel!!!, así que hemos ido un rato en plan aragonesas por el mundo 

Cuando hemos pasado por un sitio en el que se escuchaban disparos (he llegado a la conclusión de que debía haber un campo de tiro o algo así, aunque no lo he visto) ha sido un poco inquietante.

Y de repente... Ya se veía Santiago en el horizonte, debían quedar como 5 km pero se me ha hecho largo largo largo. 

En el trayecto hasta la plaza del Obradoiro he pasado por delante de mi albergue pero no he querido dejar la mochila, ella también tenía que llegar. 

La verdad es que ha sido emocionante entrar en la plaza y ver qué lo hemos conseguido. 


La anecdotita del día: creo que hoy no ha habido anecdotita. 

Continuará...



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